domingo, 10 de agosto de 2014

El ser honorable

El ser honorable.

Los japoneses consideran que Japón es un país muy pobre en recursos naturales, no tienen petroleo, ni minería, ni maderas, ni ganadería, ni fruta, etc., tan solo tienen su propio trabajo como única fuente posible de riqueza.

El pueblo japones vivió por siglos en un sistema parecido al feudal y abrió sus puertas al intercambio comercial y cultural con el extranjero hasta 1850. Antes de esa fecha la estructura social integrada por un emperador y muchos reyes encargados del cuidado de miles de fieles siervos de trabajadores y guerreros de cada feudo.

Hoy en día, la estructura feudal japonesa esta subliminalmente implícita en las empresas. Aquel japones que no esta relacionado a una empresa pequeña, mediana o grande como proveedor, vendedor o trabajador, su vida no tiene un futuro claro pero económicamente si es claro que colapsará en breve.

La siguiente fotografía intenta ilustrar esto. ¿Por que tanto movimiento y tantos anuncios?. Parece ser la zona comercial de mas éxito.

Prácticamente el 100% de las actividades sociales, de la vida diaria, en la industria y en el comercio funcionan bajo el concepto de lo que es honorable, es decir, de lo que honra o deshonra a las personas y grupos. Ellos tienen bien claro quien manda.

La necesidad de vender en un mercado con muchos competidores.

¿Quién manda?

El honor y la responsabilidad social fueron los cimientos sobre los que se construyó el desarrollo japones.

Las japonesas y japoneses mayores de 70 años lo recuerdan muy bien, mas allá de la historia oficial esta lo que cuentan ellos de viva voz. Antes de la bomba atómica casi todos vivían muy simplemente, con lo mínimo indispensable los niveles de pobreza no permitían muchas cosas, su industria estaba reducida a talleres artesanales y su economía era insignificante. Los pobres muy pobres y los ricos muy ricos. La misma situación que en algunos paises latinos.

Japón 1940
La rendición de Japón declarada por el emperador no fue un reflejo de la rendición del pueblo japones. El pueblo japones pudo haber seguido luchando mas y mas, sin parar mientras el emperador lo decidiera. Pero el emperador les ordenó dejar de pelear (no rendirse) y el pueblo obedeció.

Ejemplo de honor es el siguiente suceso de los años 70: "La orden de dejar de luchar" fue dada en 1947 pero un soldado japones olvidado en una "isla desierta" y lejana continuó resguardandola pues nunca recibió "la orden" ni, obviamente, suministro alguno.

Un día, 30 años despues, científicos del National Geographic lo descubrieron mientras hacían un documental en esta isla alejada de la civilización. El soldado al ver gente rubia corrió por su uniforme y fusil y se preparó a luchar. Los científicos asombrados informaron de esto a otros medios de comunicación y en unas cuantas horas las isla estaba llena de reporteros y cámaras hasta de televisión. Le explicaron que la guerra había terminado pero aún así no se rindió. Afortunadamente localizaron a su líder de tropa (sargento) y lo llevaron a la isla para que le trasmitiera "la orden" del único jefe, el emperador. Al líder le costo trabajo convencer al soldado pues un soldado japones nunca se rinde ante el enemigo (hara kiri, kami kaze, etc) y dijo que era un engaño del enemigo. Solo al ver en un periódico antiguo "la orden" del emperador el soldado se acomodo los restos de su uniforme y soltó las armas, solo pidió regresar a su pueblo. Su lider lo llevo a Japón para que regresara con su gente.

Al llegar, ya lo esperaba un desfile y cientos de admiradores y políticos y medallas de honor y valentía y el solo dijo:

" ¿Por que todo esto?
¡yo solo cumplía con mi deber!  "



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